Terapia de Famila
Fomentamos la armonía y unión familiar
La familia constituye una entidad grupal en la cual emergen relaciones interpersonales que generan una interconexión emocional constante y circular, de modo que el estado emocional de un miembro puede influir en el estado emocional de los demás.
En SuperBien Psicología, acompañamos y apoyamos a las familias a lo largo de las diferentes etapas y ciclos vitales del desarrollo evolutivo de cada uno de sus miembros, facilitando su transformación y capacidad de adaptación a las circunstancias socioculturales del momento; favoreciendo así la continuidad y funcionalidad de la estructura familiar y el estado de bienestar de cada uno de sus miembros.
Ofrecemos un espacio de tranquilidad, reflexión, empatía y escucha activa en el que todos los miembros de la familia puedan exponer y resolver de forma conjunta, eficaz y adaptativa sus dificultades o conflictos emocionales individuales y familiares.
Nuestros psicólogos expertos en terapia familiar facilitan las técnicas y herramientas emocionales necesarias para fomentar la aparición de cambios positivos en la comunicación y unión afectiva entre todos sus miembros.
¿Qué es la Terapia Familiar?
La Terapia de Familia es una modalidad y especialidad psicoterapéutica cuyo objetivo es ayudar a las familias que lo necesiten a resolver un problema o conflicto que está deteriorando la unidad relacional entre sus integrantes y, consecuentemente la calidad de vida de los mismos.
Nuestros psicólogos familiares dirigen el proceso de ayuda terapéutica hacia 3 ejes:
Solucionar los conflictos individuales para reestablecer el equilibrio emocional de cada uno de los miembros de la familia, potenciando al máximo el estado de bienestar emocional y desarrollo evolutivo de cada uno de ellos,
reestructurar adecuadamente y favorecer la unión y satisfacción relacional entre los mismos,
y adecuar la funcionalidad y convivencia del sistema familiar al completo.
¿Cómo enfocamos nuestras Terapias Familiares?
En SuperBien Psicología utilizamos un enfoque centrado en la familia y en la persona, adaptando y personalizando el proceso terapéutico familiar a las características, necesidades y dificultades de cada uno de sus integrantes y de la unidad relacional familiar.
Además, aunque nos basamos fundamentalmente en el enfoque psicológico Cognitivo-Conductual, disponemos de un modelo psicoterapéutico integrativo; facilitando también herramientas y recursos de otros enfoques diferentes y complementarios como, entre otros, el de Tercera Generación, Sistémico, etc., que puedan ofrecer soluciones eficaces a los diversos problemas existentes en cada una de nuestras intervenciones.
¿Cuál es nuestra función y posición como psicólogos dentro de la Terapia Familiar?
Contamos con un equipo de psicólogos experimentados y especializados en ofrecer ayuda psicológica a las familias que lo necesiten.
Actuamos como mediadores entre los miembros familiares, con el objetivo de que colaboren positivamente entre ellos, sin juzgar ni buscar culpables.
Analizamos las dinámicas funcionales y disfuncionales de las interacciones entre sus miembros y de la convivencia familiar: estilos de comunicación y solución de problemas, límites y normas, costumbres, alianzas, rivalidades, simbiosis, protecciones…
Examinamos las fortalezas y debilidades de cada miembro y de la entidad familiar.
Identificamos los conflictos personales e interpersonales.
Escuchamos y recogemos las demandas, necesidades y expectativas terapéuticas de cada miembro.
Permanecemos siempre en una posición neutral, sin tomar partido por ningún miembro; pudiendo establecer excepcionalmente una alianza temporal con alguno o algunos de ellos cuando se aprecie que pueda ser beneficiosa para señalar y reestructurar determinados aspectos del funcionamiento familiar.
Amplía más información sobre nuestra Metodología.
Dificultades o problemáticas familiares en las que podemos ayudaros
Problemas perinatales
Relacionados con el proceso de embarazo, parto y puerperio: infertilidad, abortos espontáneos, abortos voluntarios, negación del embarazo, ansiedad ante el parto, desarrollo psico-emocional del bebé, bienestar de la díada madre-bebé, vínculo emocional con el bebé, sentimientos ambivalentes hacia el bebé, ansiedad y miedos por el bienestar del bebé, falta de apoyo emocional y organizacional de la pareja, depresión posparto, identidad materna o paterna, lactancia materna, fallecimiento o duelo gestacional o neonatal, etc.
Crianza y educación de los hijos
Discrepancias, desacuerdos y desequilibrios en la crianza y educación de los hijos: normas, límites, refuerzos, castigos, acuerdos, criterios, costumbres familiares, etc.
Ciclos evolutivos familiares
Nacimiento, desarrollo y emancipación de los hijos, jubilaciones, etc.
Roles y responsabilidades familiares desequilibrados
Por exceso, ausencia o inadecuación.
Apegos afectivos inseguros
Que ocasionan dependencia, ansiedad, evitación o desorganización emocional.
Dificultades en la organización diaria y convivencia familiar
Conflictos en la asignación o realización de tareas domésticas, cuidado de mascotas, etc.
Problemas de comunicación
Por evitación de la misma o por patrones de comunicación agresiva como insultos, rechazos, ley del hielo, amenazas, chantajes, menosprecios, etc.
Inteligencia emocional
Dificultades de identificación, expresión, comprensión y regulación emocional.
Dificultades con las actividades agradables de ocio y tiempo libre
Exceso de tiempo con nuevas tecnologías, ausencia de tiempo de ocio familiar, exceso de actividades agradables individuales, etc.
Conflictos familiares por celos o rivalidades
Entre hermanos, entre padres e hijos, entre abuelos y nietos, con familiares de la pareja, etc.
Conflictos emocionales individuales
No resueltos.
Conductas de agresividad o violencia
De género, doméstica e filioparental.
Rupturas sentimentales
Separaciones y divorcios.
Crisis laborales y económicas
Crisis emocionales y/o relacionales asociadas a un problema laboral y/o económico de uno u ambos miembros familiares.
Cambios de residencia y migraciones
Problemas emocionales derivados por cambios de residencia.
Procesos de adopción y acogimiento
Problemas emocionales en la integración o relación afectiva con uno o más miembros familiares.
Dificultades asociadas según el tipo de familia
Monoparentales, reconstituidas, adoptivas, etc.
Problemas emocionales y de conducta de un miembro de la familia
Miedos, conducta desafiante, ansiedad, depresión, bipolaridad, esquizofrenia, TOC, anorexia o bulimia, adicción a sustancias o a nuevas tecnologías, etc.
Accidentes y enfermedades físicas o emocionales, temporales o crónicas
De uno o varios miembros familiares.
Cuidado de familiares dependientes
Tensiones emocionales generadas por el cuidado de algún familiar dependiente.
Duelos por fallecimientos
Problemas emocionales derivados por la pérdida de un ser querido.
La importancia del contexto familiar
La familia es el primer ambiente social al que pertenecemos y donde nos relacionamos con otras personas, teniendo así una vital importancia e incidencia en el desarrollo afectivo y emocional, edificando los pilares transcendentales de nuestra personalidad, autoestima e identidad posterior.
Leer más
Desde nuestra infancia y a través de nuestra familia, cada una con sus peculiaridades y tipología propias, todos tomamos su referencia como modelo, aprendiendo e instaurando progresivamente las normas y principios básicos para la convivencia, valores, expectativas, metas, actitudes y habilidades de afrontamiento necesarias para sobrevivir y gestionar la vida en sociedad, ya sea familiar, social, académica, laboral, comunitaria, etc.
De la misma forma que percibimos desde pequeños a nuestra familia, nuestra posición y rol dentro de ella, es como probablemente vamos a entender que funciona el mundo, los grupos sociales y relaciones afectivas, y la idea de cómo nosotros debemos interactuar con ellos.
Estos patrones familiares se transmiten de generación en generación, influyendo e interfiriendo de forma inconsciente en nuestros pensamientos, emociones y conductas.
No obstante, el ser humano tiene la potestad de cambiarlos deliberadamente según su voluntad, de modo que, cada persona tiene la libertad de eliminar y transformar aquellos patrones familiares que considere dañinos o tóxicos por otros más sanos y adaptativos.
¿Existen diferentes tipos de familia?
La Organización Mundial de la Salud (OMS) define a la familia como el “conjunto de personas que conviven bajo el mismo techo, organizadas en roles fijos (padre, madre, hermanos, etc.) con vínculos consanguíneos o no, con un modo de existencia económico y social comunes, con sentimientos afectivos que los unen y aglutinan”.
En base a este criterio, el concepto y las características de la familia se ha diversificado con el tiempo, evolucionando y adaptándose a las diferentes circunstancias históricas y socio-culturales, dando lugar entre otros a las siguientes tipologías de familias según el perfil y la cantidad de sus integrantes:
Familia de origen
Grupo familiar al que pertenecemos tras nuestro nacimiento, formada por el conjunto de los padres y hermanos, en caso de no hablar de hijos únicos.
Familia nuclear
Núcleo o conjunto de miembros familiares que se forman, conviviendo o cohabitando en el mismo hogar, teniendo o no lazos de consanguineidad.
Familia extensa
Relaciones familiares con parientes consanguíneos (abuelos, tíos, primos, etc.) o afines de diferentes generaciones.
Familia monoparental
Formada por un único adulto o progenitor, pudiendo ser el padre o la madre, quién cuida de sus hijos. Este tipo de familia suele ser debida a procesos donde se entrega la patria potestad a uno de los progenitores, al fallecimiento de uno de los padres, a procesos de inseminación o adopción en personas solteras, etc.
Familia sin hijos
Constituida por una pareja sin descendencia, por decisión propia o por diferentes motivos, como problemas económicos, médicos, etc.
Familia homoparental
Constituida por una pareja homosexual, de hombres o mujeres, con uno o más hijos, adoptados o biológicos.
Familia biparental
Tipo de familia más tradicional, popular y conocida. Está constituida por ambos progenitores, un padre y una madre, y uno o más hijos biológicos.
Familia adoptiva
Formada por una pareja o personas solteras con o sin hijos biológicos o adoptados, que por problemas de fertilidad o por convicción moral, tutelan a un nuevo miembro que se ha quedado sin familia por diferentes circunstancias.
Familia de acogida
Formada por una pareja o persona soltera, con o sin hijos, que acogen de forma temporal en su casa, a uno o más menores, hasta que su familia de origen resuelve sus diversas dificultades (económicas, de salud, legales…) o se determinen otras alternativas más adecuadas.
Familia reconstituida, ensamblada o compuesta
Aquella que está formada por la fusión de varias familias monoparentales, biparentales u homoparentales, donde uno o ambos padres o progenitores pueden tener uno o varios hijos de relaciones anteriores; dando lugar a relaciones de padrastros, madrastras y hermanastros.
En SuperBien Psicología trabajamos con los integrantes de toda familia que deseen mejorar su relación afectiva y armonía familiar, con independencia del tipo de familia que se trate.
Beneficios de la Terapia Familiar
Nuestra terapia de familia se dirige a alcanzar los siguientes objetivos y beneficios psicológicos:
- Favorecer un adecuado y saludable crecimiento evolutivo y desarrollo emocional de todos los miembros de la familia.
- Prevenir el desarrollo de conductas disfuncionales o trastornos emocionales en los mismos, o reducir su nivel de gravedad y afectación en caso inevitable.
- Mejorar el bienestar emocional de cada miembro, elevando la autoestima y calidad de vida de todos ellos.
- Potenciar la asertividad mejorando las habilidades de comunicación, solución de problemas y toma de decisiones de todos los miembros.
- Favorecer la resolución de los conflictos individuales y familiares pasados y elimina creencias irracionales heredadas de generaciones anteriores.
- Prevenir la generación de conflictos, tensiones o problemas relacionales, y favorecer la adecuada y rápida resolución de los mismos, la adaptación a los cambios y la elaboración de acuerdos y negociaciones familiares de forma equilibrada.
- Favorecer la libertad, fluidez y espontaneidad de la expresión emocional de cada uno de sus miembros.
- Fomentar la escucha activa, empatía, apoyo emocional y responsabilidad afectiva.
- Ampliar los conocimientos teórico-prácticos de los padres sobre la crianza y educación de sus hijos, mejorar sus habilidades paterno-filiales y educativas, aprender a ajustar criterios, respetar costumbres familiares y negociar acciones de forma conjunta.
- Favorecer el desarrollo de un apego seguro entre los miembros, manteniendo un adaptativo equilibrio entre límites y afecto según las circunstancias, evitando las conductas de sobreprotección, desapego y dependencia emocional.
- Ajustar, equilibrar y reestructurar de forma adaptativa los roles y responsabilidades individuales según la edad evolutiva y posición jerárquica de cada uno de los miembros familiares, favoreciendo así el adecuado funcionamiento familiar.
- Visibilizar, clarificar, flexibilizar y adaptar los límites y normas para todos los miembros.
- Mejorar y potenciar la instauración y transmisión de unos adecuados hábitos, disciplina y valores entre todos los miembros.
- Fortalecer la generosidad y el amor incondicional entre sus miembros y consecuentemente favorecer su generalización adaptativa hacia el exterior.
- Favorecer la tolerancia, respeto, aceptación y puesta en valor de las diferencias individuales, aprendiendo a coexistir y enriquecerse en un mundo lleno de diferencias socioculturales.
- Potenciar las fortalezas y disminuir las debilidades de cada uno de sus miembros y de la unidad familiar.
- Potenciar la realización de actividades agradables comunes, favoreciendo la cohesión de grupo y mejorando el estado de ánimo de cada uno de los miembros, al mismo tiempo que se entrenan habilidades de negociación y se fomenta el equilibrio entre pedir y ofrecer.
- Potenciar el equilibrio entre el sentido de independencia y autonomía individual y el sentido de pertenencia a la familia.
- Mejorar el clima familiar, favoreciendo la unión y relación afectiva entre sus miembros y fomentando una convivencia familiar más sana, equilibrada, funcional, armoniosa y satisfactoria para todos sus miembros.
Preguntas frecuentes
¿Todos los miembros de la familia tienen que acudir a Terapia Familiar?
En SuperBien Psicología solicitamos que para la primera sesión acudan todos los miembros de la familia, para así poder establecer la alianza terapéutica a nivel familiar y conocer de primera mano las necesidades y dificultades emocionales de todos ellos.
Posteriormente, dependiendo de las características del caso familiar, las necesidades y objetivos psicoterapéuticos correspondientes, el profesional será quién asesore y determine el planteamiento más beneficioso para cada una de las sesiones de la terapia familiar, convocando e involucrando a la totalidad de la familia, a algunos miembros o solo a uno de ellos.
¿Qué ocurre si algún miembro de la familia se niega a acudir a Terapia Familiar?
Consideramos que para que un proceso psicoterapéutico sea realmente eficaz y útil, todas las personas que acuden al mismo deben hacerlo desde la libertad y motivación propias.
De modo que, si algún miembro de la familia, no desea participar en el mismo por cualquier motivo, recomendamos que no se le obligue; practicando y beneficiándose progresivamente el resto de la familia de los diferentes cambios positivos terapéuticos.
Asimismo, dado que la familia es una red de relaciones interpersonales conectadas de forma circular entre sus miembros, aquellos cambios individuales y relacionales que se originen en el resto de la unidad familiar, repercutirán necesariamente de forma indirecta en aquella persona que se niega a recibir ayuda.
¿Se puede combinar una Terapia de Familia con una Terapia Psicológica Individual para alguno de los miembros?
Efectivamente, en el caso de que el profesional valore la necesidad y el beneficio psicológico, de que uno de los miembros reciba asesoramiento psicológico de forma individual e independiente; éste podrá combinarse con un proceso psicoterapéutico de tipo familiar.
No obstante, recomendamos que los profesionales de ambos procesos sean diferentes, con el objetivo de prevenir el desarrollo de interferencias terapéuticas entre los pacientes y el propio profesional.